Según los analistas de Gartner, en 2023, los productos y servicios que no existían antes de la pandemia generarán ingresos por valor de 26.500 millones de euros.
Estrategias tecnológicas para un futuro que no será como esperábamos
Un nuevo informe de Forrester explora si las empresas del sector tecnológico están preparadas para un futuro que la pandemia de COVID-19 ha transformado radicalmente. Aunque el informe apunta a que hay muchas empresas preparándose, también advierte que no todas conseguirán sus objetivos.
“Las empresas preparadas para el futuro sabrán encontrar un equilibrio entre periodos breves de rápida ejecución y un enfoque a largo plazo de la adaptabilidad […], y a la vez modernizarán su arquitectura tecnológica y migrarán a la nube”.
Se acabaron las soluciones rápidas
Por razones evidentes, 2021 ha resultado ser un año de soluciones rápidas que han permitido a las empresas tecnológicas seguir a flote en medio de las interrupciones de la cadena de suministro y los cambios en la forma de trabajar que han aparecido casi de un día para otro. Pero es hora de contar con estrategias orientadas al futuro, y el último informe de Forrester explora lo que va a suceder a partir de 2022.
Es necesario redefinir la estrategia de inversión en tecnología de cara a un futuro muy distinto del que se preveía antes de la pandemia. El gasto en tecnología aumentará un 6 % en 2022, pero ese aumento de la inversión no es suficiente. Forrester advierte que los retos a los que se enfrentan las empresas tecnológicas seguirán aumentando y que, para mantener los mismos niveles de productividad y rentabilidad en la “nueva normalidad”, será necesario dar a la experiencia del empleado la misma importancia que ahora se da a la experiencia del cliente.
Integración de la experiencia del cliente y la experiencia del empleado
Las cifras de Forrester sugieren que ya hemos dejado atrás la primera oleada de transformación tecnológica, ya que solo el 15 % de las empresas encuestadas planean llevar a cabo su transformación digital en 2022. Sin embargo, esto significa que nuestra estrategia tecnológica tiene que evolucionar si queremos diferenciarnos de la competencia en un mercado tan saturado.
La falta de personal cualificado obliga a más cambios
El sector tecnológico se enfrenta a un doble desafío a la hora de adaptarse al futuro, advierte Forrester.
La demanda de profesionales de la tecnología supera con mucho la oferta, a lo que hay que añadir una tasa de rotación del personal del 13,8 %, un porcentaje muy elevado que presenta desafíos considerables para muchas empresas.
De hecho, el proceso de contratación de profesionales de la tecnología tiene una duración media de 66 días, casi tres semanas más que la media de 45 días que impera en otros sectores. Para resolver este problema, las empresas del sector tecnológico tienen por delante dos opciones. La primera consiste en aumentar los sueldos, una medida que puede traer consecuencias para el modelo de negocio a largo plazo y que no parece adecuada como solución permanente, dado que, por lo general, los salarios del sector tecnológico tienden a subir en la mayoría de las empresas.
La segunda opción es pasar a estructuras basadas en plataformas en la nube, en entornos tecnológicos de código bajo o código cero, lo que reduce el número de especialistas en tecnología que es necesario contratar.
Deuda tecnológica, una amenaza el futuro de las empresas
La pandemia ha obligado al 55 % de las empresas de todo el mundo a implementar apresuradamente sistemas tecnológicos que les permitieran mantener el funcionamiento de la cadena de suministro. Aunque estos sistemas garantizan la supervivencia de la empresa, a menudo lo hacen a costa de la experiencia del cliente.
Las inversiones en comercio electrónico, en experiencias del cliente híbridas y en nuevas tecnologías de fabricación tienen como resultado una deuda tecnológica que amenaza las futuras inversiones y estrategias en esta área.
Hay un exceso de confianza en las soluciones tecnológicas estándar prediseñadas, lo que supone que más o menos la mitad de las iniciativas de transformación tecnológica no cumplen con sus objetivos de diferenciación. La adopción generalizada de soluciones estándar solo sirve para uniformizar el mercado y las marcas, haciendo difícil distinguir unas empresas de otras como se pretende.
Como reacción a este fenómeno,
Forrester estima que, en 2022, el 40 % de las empresas tecnológicas pasarán a adoptar un modelo centrado en el producto, aumentarán la autonomía de sus equipos, e implementarán metodologías Agile y DevOps.
Según el informe, “las empresas exigirán a los directivos de tecnología que asuman responsabilidad en la consecución de las métricas y objetivos empresariales generales para acelerar el crecimiento de los ingresos”.
¿Prioridades erróneas?
Según el informe de Forrester, habrá muchas empresas que fallen en la transición a un nuevo modelo centrado en el producto.
En 2021, solo un 21 % de los equipos de desarrollo de software mencionan la creación de un equipo de producto multidisciplinario entre sus tres prioridades principales para 2022.
El riesgo es que esta jerarquía de prioridades entorpezca el proceso como resultado de estrategias de producto mal definidas y de la incapacidad para realizar cambios en los equipos, los profesionales y los procesos, una situación exacerbada por los problemas de contratación descritos anteriormente.
La presión para generar más ingresos se trasladará a los ejecutivos de tecnología. Se espera que, en 2022, un 10 % de estos cuente con indicadores directamente relacionados con los ingresos entre sus KPI individuales.
Para lograr sus objetivos de rendimiento, deberán centrarse en la agilidad, la búsqueda de nuevas formas de trabajar y las necesidades y demandas de los clientes.
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